14
Jue, Nov

Una hoja de ruta contra el hedor en Sullana

Sullana
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

ERP/FACTORTIERRA.NET. Nuevamente la ciudad está percibiendo oleadas de vinaza, un gas hediondo que resulta de procesar la caña de azúcar ya cosechada. Para los vecindarios del sector oeste, donde se siente primero, esta situación les recuerda a los veranos de 2013 y 2014, cuando todas las tardes desde las seis, el mal olor invadía las casas.

Quien resultaba mayormente estresado era el entonces gerente de la Municipalidad Provincial de Sullana (MPS), Fernando Brossard del Rosario, cuyo teléfono celular no paraba de sonar por las quejas de la ciudadanía, que lo comprometió públicamente a acabar con el problema.

La vinaza es un subproducto de los procesos de la caña de azúcar, y, aunque en otros lugares se le aprovecha y comercializa, en Piura, sus procesadoras parecen no tener claro qué hacer con ella.

La caña de azúcar en Piura se emplea para obtener etanol, un tipo de alcohol que, agregado a la gasolina, promete un mayor rendimiento del combustible; pero científicos, como el fallecido exministro del Ambiente, Antonio Brack Egg, sostenían que es más contaminante que la misma gasolina sola.

La vinaza es un residuo que se maneja mayormente en su estado líquido, pero a la vez genera un gas, cuyo olor es similar al que produce la fermentación del excremento de porcino.

A diferencia de éste último, su volatilidad es mayor. En Cuba, se logró determinar que una emisión de vinaza es capaz de cubrir poblaciones de hasta medio millón de personas, en cuestión de minutos. Como referencia, el área metropolitana de Sullana y el Medio Chira tienen una población estimada que bordea el cuarto de millón de habitantes.

Presunto implicado

Brossard sospechaba que las olas de vinaza que Sullana ha venido sintiendo desde fines de diciembre de 2012 pudieron ser causadas por Maple Ethanol, cuya planta se ubicaba al oriente del distrito La Huaca, cerca al límite de las provincias de Paita y Sullana.

En marzo de 2013 el funcionario llegó hasta la planta a la altura del caserío de Macacará, y descubrió una playa del río Chira llena de vinaza. Incluso, cuando estuvo verificando, vio una descarga del producto, la que llegó a fotografiar y grabar en video.

En conversaciones con FACTORTIERRA.NET, el entonces gerente de Gestión Ambiental de la MPS confesó que se sentía atado de manos por un asunto jurisdiccional. Como Maple Ethanol estaba asentada fuera del territorio de Sullana, no podía intervenir oficialmente para parar el problema.

La prensa informó que la empresa nunca reconoció abiertamente ser causa de las olas, pero sí participó en las mesas de diálogo convocadas por la MPS.
Según el ex congresista Juan José Díaz, incluso Maple Ethanol tenía la intención de comprar el agua resultante de la planta de tratamiento que se proyecta como solución al problema del alcantarillado del área metropolitana de Sullana. Al ser un agua rica en nitratos, sería ideal para fertirriego.

[Mira qué se podría hacer con la basura orgánica industrial de Sullana: http://www.factortierra.net/2016/0201/] eventualmente la empresa dejó de operar en La Huaca, y en su lugar se instaló Agroindustrial Aurora, una subsidiaria del grupo Gloria. Las olas continuaron esparciéndose de forma muy esporádica, pero no se pudo establecer el origen.

La segunda quincena de este enero FACTORTIERRA.NET comprobó que el hedor de la vinaza estaba muy marcado en el distrito Ignacio Escudero, donde funciona la otra empresa dedicada a la obtención de etanol, Caña Brava; pero no fue posible determinar si está relacionada con las emisiones.

Retrocediendo en el tiempo, Brossard llegó a estimar que si las olas continuaban a diario podría generar otro conflicto socioambiental. Aparentemente, las denuncias en prensa lo evitaron pero aún así las olas aparecen de vez en cuando y por periodos de tres días a una semana.

Reacción ciudadana

Sullana no es el único lugar donde la vinaza causa problemas. En el norte de Argentina, las olas que generaban algunas procesadoras terminaron en protestas de la población, lo que llevó a las autoridades a regular el aprovechamiento del subproducto.

Las empresas involucradas se negaron inicialmente a incorporar un eslabón a su cadena de valor, pues implicaba un desembolso extra de dinero; pero, tras varias negociaciones, se logró conseguirles exenciones fiscales si se adecuaban al modelo propuesto por las autoridades locales.

En Pomalca, Lambayeque, la gente se ha acostumbrado al hedor, al que llaman cachaza. La diferencia de esa localidad con La Huaca, es que la caña de azúcar sí se usa para obtener azúcar; pero eso no garantiza que la intensidad del olor sea mayor o menor.

Plan de ruta

A pesar que los hedores no constituyen delito penal, siguen mortificando a la comunidad. Eso no querría decir que no deben tomarse medidas; de hecho, se puede delinear un curso de acción:

  1. Las empresas del ramo deben auditar sus emisiones, y en caso hallar propia responsabilidad, tomar los correctivos necesarios.
  2. Paralelamente, la MPS puede pedir apoyo para iniciar un monitoreo de salud mental en la población del área metropolitana de Sullana. El psiquiatra Julio Castro supuso que las olas podrían estar causando mellas en el manejo del estrés y la ansiedad de la población. Sistematizado en un informe clínico, la MPS podría tener una prueba de nivel científico con la que podría sustentar su pedido ante las autoridades para que tomen acciones definitivas.
  3. Los estudios de la MPS podrían financiarse con fondos de la cooperación internacional u organizaciones no gubernamentales especializadas en temas ambientales, si acaso estuvieran fuera de su alcance presupuestal. Incluso, FACTORTIERRA.NET ha encontrado empresas locales especializadas en monitorización de parámetros ambientales.
  4. Si se identifica a la causante de las olas de vinaza, y ésta se niega a asumir su parte de la responsabilidad, no solo se debe plantear la intervención de instancias nacionales, sino estudiar la posibilidad de procesos legales que resulten en compensaciones retroactivas a quienes resulten afectados y afectadas, además del cierre forzoso de las operaciones hasta instalar correctivos.
  5. Si los correctivos no funcionan, o si la causante no quiere implementarlos, entonces se debe plantear el cierre definitivo de sus operaciones mediante los cauces legales correspondientes. 

Este modelo no solo aplica a las olas de vinaza. No se debe olvidar que las procesadoras de productos hidrobiológicos que sí se encuentran dentro del territorio provincial de Sullana causan tanta o mayor molestia que la vinaza. Y el siguiente paso serían los desagües.

(Este artículo fue originalmente publicado en abril de 2014 y se actualizó para esta edición) (Foto: Archivo)

 

Publicidad Aral1

Paypal1