ERP. "Cuando la seleccioné para vicepresidenta le dije a Marisol Espinoza que no podría ser presidenta del Congreso, porque existe incompatibilidad" declara Ollanta Humala Tasso para referirse a Marisol Espinoza Cruz, actual vicepresidenta de la República y reelecta congresista por el departamento de Piura. Ollanta descarta las acusaciones de "caprichos" en clara respuesta a los señalamientos sobre las injerencias de Nadine Heredia en los asuntos del nacionalismo y dice que todo es decisión "institucional", y pide a los periodistas mayor responsabilidad.
El asunto que generó conflictos en el seno del Partido Nacionalista, estuvo directamente relacionado a la propuesta que hicieron 22 congresistas para que Marisol Espinoza Cruz, asuma la presidencia del Congreso. Esta posibilidad fue negada por otro grupo, por el mismo presidente y por la presidenta del partido que es la esposa del presidente. Nadine Heredia, la bisoña política, no es la primera vez que se enfrenta con la vicepresidenta.
Espinoza Cruz, pretendió en algún momento que todas las acciones de gobierno caminen por el lado institucional. Es decir, sin poderes ocultos. Esta actitud fue en los albores de la preeminencia de Nadine Heredia en temas de gobierno. Fue llamada al orden por Ana Jara e incluso al alejamiento. Jara, por su cercanía con Nadine, se ha convertido en Premier de la República. Sin embargo, se sabe que Marisol Espinoza es lo que es, también gracias a Nadine Heredia.
Marisol Espinoza Cruz, fue una periodista con alguna suerte, cuando dejó su labor de reportera en Piura, para convertirse en candidata y después congresista de la República. No ejercía ningún liderazgo político en la región y según expresan sus cercanos, fue la amistad con Nadine Heredia la que le permitió el acceso a los asuntos públicos. Tras un primer periodo en el Congreso, fue llevada como Vicepresidenta y además, fue reelegida parlamentaria por un periodo más. Lo que aparentemente sería su suerte, resultó al revés.
Deduciendo las limitadas capacidades políticas de Espinoza Cruz, la propuesta para vicepresidenta solo buscaba condescendencia y servicio a favor del presidente. Aparentemente todo estaba bien, hasta que Omar Chehade fue obligado a renunciar y en consecuencia Espinoza se convierte en la única vicepresidente. Por el mandato legal que ostenta ha ejercido el cargo de presidenta de la República varias veces; pero para quienes se encuentran cercanos a ella, más han sido los obstáculos para ejercer esa función que las facilidades recibidas.
Uno de sus asesores en Piura pregonaba esos desencuentros y señalaba como culpable a Nadine Heredia. La condición de congresista y de vicepresidenta, aparentemente modificó la relación Espinoza- Heredia y Humala. Por un lado, estaba la institucionalidad que reclamaba Espinoza y por otro, el protagonismo creciente de Nadine Heredia.
Frente a ello, se especuló una posibilidad política para el futuro de Espinoza Cruz. La fórmula que se ensayaba era Espinoza candidata a la presidencia y Santos Guerrero a vicepresidente. Evidentemente, que esta propuesta fue descartada. Lo sucedido con el ex presidente de Cajamarca es probable que haya desanimado por completo a los promotores de esta idea.
Espinoza Cruz tiene un cargo importante en la institucionalidad peruana; sin embargo, sus limitaciones de liderazgo no le permiten brillar con autonomía y carisma. Es de comprender, que no ha sido formada adecuadamente y en comparativa con Lourdes Flores, o la misma Keiko Fujimori, no tendría las mismas calidades para destacarse. Es una situación de información, conocimiento y atributos.
Hasta el momento, Marisol Espinoza ha logrado por suerte, cargos anhelados por miles de peruanos. El haberle negado la posibilidad de ser presidenta del Congreso, podría ser su mala suerte; pero igualmente no. Depende de ella, entender que ideológicamente aún no es solvente, retóricamente no fluyen por sus labios discursos e ideas coherentes y socialmente, aún no logra hacerse de una base que la siga por sus cualidades personales y políticas y no por el cargo que ostenta.
Saber posicionarse aún al margen de la situación actual, podría llevarla a seguir en el cargo de Congresista o si es más ambiciosa, las puertas de una candidatura presidencial se encuentran abiertas, aún considerando sus limitadas aptitudes políticas.
Sobre el nacionalismo, las ambiciones y aspiraciones son muchas, pero las posibilidades no tan amplias. Lo cierto y es lo que se evidencia en el presente, la única oportunidad para Nadine Heredia es el 2016. No es el 2021, como se dice ingenuamente. El 2021 Ollanta puede ser candidato. En este contexto, todo liderazgo que se oponga a Heredia será exterminado.
Los casos típicos se encuentran cercanos. Tanto Fujimori, como Toledo y Alan, fueron incapaces de dar continuidad a sus gobiernos. Todo hace suponer que ese será el camino de Ollanta Humala.