ERP. Un devastador terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el lunes el sureste de Turquía y el norte de Siria, y cuyos temblores se sintieron incluso hasta en la lejana Groenlandia, deja hasta el momento 2,300 muertos y gran número de heridos.
En Turquía, donde se registró el epicentro del sismo, al menos 1.500 personas murieron, según el último balance comunicado por el organismo público de gestión de catástrofes. Además cerca de 5.400 resultaron heridas, de acuerdo con el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien agregó que unos 2.818 edificios se derrumbaron.
En la Siria vecina, el temblor causó al menos 810 muertos y 2.280 heridos. El ministerio de Salud sirio informó de 403 personas muertas y 1.284 heridos en las zonas bajo control del gobierno en este país en guerra. Los Cascos Blancos, que operan en las partes de Siria en manos de los rebeldes, indicaron que hubo al menos 380 muertos y más de 1.000 heridos en esos sectores.
Este sismo, según Erdogan, es el segundo más fuerte que ha sacudido Turquía en el último siglo, y debido a que los trabajos de rescate están en marcha no quiso dar una cifra total de posibles víctimas.
"Es el segundo más fuerte desde el terremoto de Erzincan de 1939. Según las últimas evaluaciones es de 7.7. Hay graves daños también en las zonas vecinas de Siria", dijo el presidente turco.
Las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.
Erdogan señaló que se habían registrado derrumbes o daños graves en más de 2,800 viviendas y que se había conseguido rescatar con vida a 2.470 personas de los escombros.
El sobresalto sacó de la cama a las 1.17 GMT a miles de personas a ambos lados de la frontera, con el sismo derribando edificios en un área amplísima de cientos de kilómetros que va desde el norte de Siria, desde ciudades como Alepo, hasta el sureste de Turquía, donde ha resultado afectada la mayor ciudad turca de la región, Diyarbakir.
El epicentro del sismo se halló en Pazarcik en la provincia de Kahramanmaras, según el servicio de emergencias turco Afad, aunque el observatorio sísmico de Kandilli lo ubica en Sofalici, en la provincia vecina de Gaziantep, unos 40 kilómetros más al sur.
La fuerza del terremoto la situó en 7.8 el Servicio Geológico de Estados Unidos, mientras que Afad lo establece en 7.7.
Uno de los símbolos de la enorme destrucción del sismo es el histórico castillo romano de Gaziantep, que llevaba en pie más de 1,700 años y que ha sido arrasado por el temblor.
En Siria, inmersa en más de una década de guerra civil, la zona afectada se divide entre el territorio controlado por el gobierno y el último enclave del país controlado por la oposición, que está rodeado por fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia.
Así, el fuerte sismo ha dejado al menos 473 muertos y 1,382 heridos, en su mayoría en zonas controladas por el Gobierno del presidente, Bachar al Asad, donde se han contabilizado hasta el momento 326 fallecidos y 1,042 heridos, según el último recuento ofrecido por la agencia oficial de noticias SANA.
Por otro lado, en la provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor del país, y en partes de la vecina Alepo que también se escapan al control de Damasco se han registrado otras 147 víctimas mortales y más de 340 heridos adicionales, de acuerdo con el grupo de rescatistas Cascos Blancos.
Estas zonas opositoras son fronterizas con Turquía y se encuentran más cerca del epicentro, por lo que la diferencia en el balance podría deberse a su menor capacidad de coordinar el recuento al no haber única autoridad gubernamental a cargo de las operaciones de rescate.