ERP. Víctima de un cáncer de laringe, el autor de ""Tengo miedo torero" murió a los 62 años. Deja una reconocida obra que incluye crónicas, novelas y cuentos, además de una serie de performances e intervenciones artísticas. Cientos de personas han acudido este viernes a la Recoleta Franciscana, donde se realiza el velatorio del escritor y artista tras su partida.
“Pedro estuvo aquejado largo tiempo por un cáncer a la laringe y dio una gran lucha contra esta terrible enfermedad, que pretendió dejarlo sin voz, pero ¿quién podría dejar sin voz a Lemebel? Su voz existe y persiste”, indicó un comunicado que confirmó su muerte.
La muerte de Lemebel era, sin embargo, un hecho esperado, incluso por el mismo artista. "Cómo es la vida, yo arrancando del sida y me agarra el cáncer", lamentó meses atrás, cuando la enfermedad lo dejó sin voz y en silla de ruedas.
La última aparición pública del escritor fue el pasado miércoles 7 de enero en el espectáculo “Noche macuca”, que se realizó en el marco del Festival Santiago a Mil y en el cual artistas de diversas disciplinas, además de autoridades, le rindieron homenaje. Hasta esa misma semana, además, la galería de arte D21 exhibía Arder, una retrospectiva de performances e intervenciones realizadas entre los ’80 y la actualidad.
El pasado 31 de diciembre, Lemebel había difundido el siguiente mensaje a través de redes sociales: “El reloj sigue girando hacia un florido y cálido futuro. No alcancé a escribir todo lo que quisiera haber escrito, pero se imaginarán, lectores míos, qué cosas faltaron, qué escupos, qué besos, qué canciones no pude cantar. El maldito cáncer me robó la voz (aunque tampoco era tan afinado que digamos)”.
“Su proyecto creador, de gran riesgo, se sostiene sobre una voz plenamente contemporánea que da cabida a muy diversos registros y soportes: fotografía, instalación, videoarte, performance, novela, y con una especial contribución en la crónica literaria actual”, fue el argumento que se entregó cuando recibió uno de sus más recientes galardones, el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2013.
El año pasado también ganó el Premio Municipal de Literatura de Santiago, por su libro Poco hombre (2013), y fue postulado al Premio Nacional de Literatura, que finalmente no recibió. Pedro Lemebel nació en 1955 en Santiago, junto al Zanjón de la Aguada, estudió en un liceo industrial y luego en la Universidad de Chile, donde se tituló como profesor de Artes Plásticas.
Aunque ya había incursionado en la literatura por medio de talleres y concursos, su nombre se hizo más conocido luego que formara en los ’80 el dúo Las Yeguas del Apocalipsis, junto a Francisco Casas. Exposiciones, lanzamientos de libros y otras actividades fueron el escenario escogido por la dupla para realizar performances que causaron impacto y los llevaron hasta la Bienal de La Habana de 1997. Fue entonces, además, que adoptó definitivamente su apellido materno y dejó de firmar como Pedro Mardones, su identificación real.
Usando por primera vez sus conocidos tacones, en 1986 leyó su manifiesto “Hablo por mi diferencia”. Fue durante un encuentro de partidos de izquierda en el Centro Cultural Estacíón Mapocho y fue una reivindicación de su homosexualidad, que desarrollaría posteriormente a lo largo de su carrera. El mismo año sus textos fueron incluidos en Incontables, antología que recogía trabajos del taller de Pía Barros, una de las autoras e intelectuales a las que se acercó en esa época, además de Nelly Richard, Diamela Eltit y Raquel Olea, entre otras.
En 1995 editó La esquina de mi corazón, su primera colección de crónicas, y poco más tarde creó Cancionero, programa de Radio Tierra donde leía relatos que eran acompañados por música y efectos de sonido.
En adelante, profundizó en el género de la crónica con libros como Loco afán y De perlas y cicatrices y en 2001 incursionó en la novela con Tengo miedo torero, uno de sus título más reconocidos y exitosos. Otros libros de Pedro Lemebel son Zanjón de la Aguada (2003), Adiós mariquita linda (2005), Serenata cafiola (2008) y Háblame de amores (2012).
El Regional de Piura, con información de Diario UChile.
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