ERP. Los derechos políticos de la mujer peruana no son muy antiguos y recién se reconocieron el año 1955. Antes de ello, su función era netamente reproductiva y sus posibilidades de salir elegidas para cargos electivos era un imposible. En el presente artículo haremos un breve recuento de las mujeres que nos representaron o representan actualmente, desde Carlota Ramos de Santolaya hasta María Luisa Silupú Inga.
Aún en este siglo, las luchas por abrir nuevos espacios para las mujeres tienen metas pendientes, sobre todo cuando se trata de la política. Para algunas mujeres, debe ser la propia construcción y para otros, debe ser la concordancia política para disminuir las diferencias con los varones. La Ley de la paridad es un claro ejemplo, que busca abrirse paso en un legislativo cuya primacía tiene rostro masculino.
Antes de reconvertirse el parlamento en Congreso de la República, se tenía dos cámaras legislativas, una era la de diputados y la otra de senadoras. En ambas realidades los piuranos han tenido representantes mujeres, varias han brillado por su inteligencia y otras han cumplido el rol del bloque y su efectividad legislativa ha sido mínima.
Estamos recordando la Ley que permitió que la mujer no solo vote por los candidatos o candidatas de su preferencia en una elección nacional, regional o local e igualmente puedan ser elegidas. Tener mayor acceso de la mujer en la política no es muy antiguo y solo van 65 años desde que el gobierno de Manuel A. Odría, promulgó la Ley.
Carlota Ramos de Santolaya fue la primera mujer piurana que logró ser diputada. Hija del historiador Enrique del Carmen Ramos de quien heredó su vocación literaria. Su nombre se encuentra destacado en el Congreso de la República por su pionera presencia en la cámara de diputados. Apoyó la candidatura del Dr. Manuel Prado Ugarteche. Su nombre identifica a una institución educativa de Piura.
Carlota Ramos de Santolaya, primera diputada por Piura
La interrupción de la democracia en la década de los 60 impidió que muchas más mujeres accedan a la política nacional y fue recién en 1980, cuando se convocan a nuevas elecciones para elegir presidente, vicepresidentes, diputados y senadores.
Doris Emelda Guerrero Guerrero, una profesora huancabambina, fue candidata en Acción Popular y cumplió su lustro. Su labor fue netamente procedimental y sus aportes a favor del desarrollo regional o en todo caso de la política nacional no trascendió. Tras cumplir su periodo de gestión pretendió continuar como diputada; sin embargo, el voto le fue adverso.
Doris Guerrero Guerrero, actualmente cumple funciones directivas en AP
Actualmente, reside en Lima y tiene un cargo en el partido Acción Popular fundado por el Arq. Fernando Belaunde Terry.
El primer lustro de Alan García Pérez, fue huérfano de representación femenina en el Congreso de la República. Todos los que salieron elegidos fueron hombres, en el caso del Partido Aprista, aunque de otras jurisdicciones permitió la elección de mujeres que le dieron otra connotación al parlamento nacional.
Martha Isabel Peralta Cruz, fue elegida como diputada para el periodo 1990-92; tanto como Guerrero, su labor parlamentaria fue intrascendente y culminó su mandato con la satisfacción de haber ejercido un cargo que tradicionalmente era asumido por varones. Después de esta experiencia ha preferido mantenerse ajena a la política.
Ruby Consuelo Rodríguez Aguilar, esposa del exalcalde de Piura José Aguilar Santisteban, fue elegida en un momento convulso para el país. Fue una época de corrupción y de mutaciones sutiles hacia la organización política del momento. Alberto Fujimori y sus adláteres se encargaron de corromper las expresiones políticas de congresistas y culminó con la fuga del país. Después de esta quebrada participación, Rodríguez fue elegida alcaldesa de Piura.
Ruby Rodriguez de Aguilar
Fabiola Morales Castillo, una docente de la Universidad de Piura, decidió dejar las aulas para dedicarse a la política en el 2001 y lo logró. 5 años después logró ser reelegida. Su buena formación académica, le permitió promover leyes importantes. Sin embargo, lo que pudo ser una militancia sostenida en el tiempo migró del partido de Lourdes Flores Nano hacia Solidaridad Nacional. Actualmente, ha retornado a su labor de enseñanza y es una activa tuitera.
Fabiola Morales Castillo, dos veces parlamentaria
Quizá el 2006 fue el mejor Lustro para la política regional. Además de la experiencia de Fabiola Morales Castillo, se sumaron dos de sus colegas de profesión e incluso alumnas. Rosa María Venegas Mello y Marisol Espinoza Cruz, acceden a una curul con la lista de Ollanta Humala Tasso. Su condición de opositoras al gobierno de turno les permitió mantenerse vigentes.
Rosa Maria Venegas Mello, excongresista de la República
En el 2011 la política se reordena a favor de Ollanta Humala y Venegas Mello, terminó relegada en Solidaridad Nacional, sin mayor presencia y liderazgo y se perdió en los laberintos de la política. Años después se le ubicó como asesora congresal y hasta del exfiscal de la Nación Pedro Chávarry. Envuelta en problemas perdió oportunidades valiosas que le hubiera permitido ir más allá de lo logrado.
Karla Melissa Schaefer Cuculiza, una joven piurana logró salir elegida con Fuerza 2011 y cumplir una destacable labor, no tanto por su capacidad propositiva en el congreso de la República, sino en su vinculación con la exacción social que la eligió. Hábil para estar presenta en diversas partes de la región, sus postulaciones fueron exitosas considerando que igualmente fue reelegida en el 2016.
Karla Melissa Schaefer Cuculiza, dos veces congresista
Marisol Espinoza Cruz es un caso especial, no es brillante en lo intelectual y tampoco en el liderazgo con las mujeres; quizá la representante como mejores cualidades, capacidades y competencias haya sido Fabiola Morales; sin embargo, la también periodista Espinoza Cruz estuvo tocada por la suerte, fue candidata en una primera instancia cuando su jefa de un diario local pugnaba por llegara ser congresista y salió elegida.
5 años después debido a la cercanía con Nadine Heredia, le permitió ser candidata nuevamente a congresista y posteriormente vicepresidente de la República. Las distorsiones de la pareja presidencial le jugaron en contra y limitó su mayor crecimiento político. Tras confrontaciones al interior del gobierno de Ollanta Humala, se le recortó las opciones del momento, que la pudo haber llevado a la presidencia del Congreso de la República.
Marisol Espinoza, llegó a ser tres veces congresista y hasta vicepresidenta de la República
Tras el laberinto y desgaste del Partido Nacionalista, sus diferencias con el poder, Espinoza Cruz quedó arrinconada a tomar sus propias decisiones y mutó hacia Alianza para el Progreso, donde fue candidata resultado elegida por tercera vez. Cándida en lo político, limitadas capacidades construidas y decisiones poco asertivas le hicieron perder las posibilidades que pudo granjearle un cargo mayor a lo realmente logrado.
Tras la disolución del Congreso en el 2019, sus propuestas para elegir a los miembros del Tribunal Constitucional, pese a la idoneidad de su propuesta, le jugaron en contra y terminó expulsada de la agrupación que la cobijó y por ende, abonando en los conflictos que motivaron la disolución congresal. Desde aquel momento, su presencia en la política nacional es poco perceptible.
Las últimas elecciones del 2019, ha sido un proceso singular por la precariedad política e intelectual de los y las elegidas. En el caso de Piura, se eligió en la lista de Fuerza Popular a María Luisa Silupú Inga, una congresista muy elemental en lo político y en lo cognitivo. Sin embargo, fue la decisión de un pueblo soberano, la que inclinó la balanza a favor de esta mujer que representa al departamento de Piura.
Maria Luisa Silupu Inga, actual Congresista de la República
Finalmente, la nómina de mujeres es cerrada por Angélica Palomino Saavedra, quien tras una experiencia en el Gobierno Regional, postuló > por el partido Morado, logrando un cupo de los que corresponden a Piura. Igualmente a las limitaciones de su compañera de lustro, sus limitaciones son más notorias que sus capacidades.
Angélica Palomino Saavedra, actual Congresista de la República
Han pasado 65 años desde la promulgación de la Ley que permite el voto de la mujer, varias de ellas han sido elegidas en los diversos procesos electorales; sin embargo, es la calidad profesional y política la gran deuda que queda pendiente para que las diferencias con varones sean imperceptibles.
Se podrá legislar para crear nuevos espacios de participación política de la mujer; sin embargo, si no va parejo con las responsabilidades individuales para asumir capacidades y competencias, el resultado será el mismo que ahora cuestionamos.
