ERP. Ha llegado la hora definitiva, y millones de peruanos concurren a las urnas desde tempranas horas de este 10 de abril, para elegir democráticamente a quienes serán sus autoridades del Ejecutivo, 130 congresistas y 5 representantes al Parlamento Andino. El proceso, ha sido duramente cuestionado por el protagonismo del Jurado Nacional de Elecciones y por el escaso debate de las organizaciones políticas que participan.
Los electores previstos para este proceso son 22´901,954 cuyas cifras corresponden a la versión final del Padrón Electoral. Asimismo, se indica que 884,924 de los ciudadanos hábiles para votar viven fuera del país y 22´017,030 residen en territorio nacional. Del total de 22´901,954 ciudadanos hábiles para sufragar, 11´537,364 pertenecen al sexo femenino y 11´364,590 al masculino.
Asimismo, este 10 de abril podrán votar 2´943,721 peruanos que no tuvieron edad suficiente para sufragar en las Elecciones Generales anteriores. La cifra corresponde a quienes cumplieron 18 años entre el cierre del Padrón de las Elecciones Generales 2011 –10 de diciembre de 2010– y el 12 de diciembre del año pasado, cuando se cerró el Padrón que se utilizará en los próximos comicios.
Evaluando el proceso electoral, existe la percepción que el gran protagonista de esta elección ha sido el Jurado Nacional de Elecciones y sus decisiones. Se excluyó a César Acuña Peralta y se tachó a Julio Guzmán Cáceres, dos candidatos con un regular nivel de aceptación popular; sin embargo, se tuvo criterio diferente con Keiko Sofía Fujimori e incluso Alan García Pérez, quienes no habrían cumplido con las formalidades partidarias para su inscripción.
Tras las decisiones respectivas y renuncias posteriores, quedaron en la lid electoral 10 organizaciones políticas. Entre ellas, se definirá en primera vuelta los 130 miembros del Congreso y los 5 del Parlamento Andino, y de obtener más del 50% de los votos válidamente emitidos, el Presidente de la República. Todo hace indicar que el supuesto no se cumplirá y en tal sentido, en segunda vuelta electoral irán los dos candidatos con más alta votación.
El voto para elegir al Presidente de la República considera el distrito único nacional, en tanto que los congresistas se eligen en distrito electoral departamental, es decir por cada departamento se tiene cupos que serán elegidos, primero por cifra repartidora y en tanto que el voto preferencial define quienes cubrirán los cupos logrados por un partido político.
Lo que viene sucediendo se encuentra tenso y crispado que incluso el Tribunal de Honor del Pacto Ético electoral hizo un llamado a la ciudadanía a emitir un voto responsable este domingo, día de las elecciones generales 2016. Mediante un pronunciamiento, instaron a la comunidad a respetar los resultados del proceso a nivel nacional. Se sabe, que no es necesario hacer esta alerta, considerando que una elección realizada con todas las formalidades de la Ley, no debería tener objeción.
De acuerdo al Jurado Nacional de Elecciones, se han acreditado 16 misiones internacionales y un total de 514 observadores, lo que otorga las garantías de un análisis crítico y externo de las reales implicancias del acto de sufragio y todos los actos previos. Las misiones que observan las presentes elecciones son la Misión de la Unión Europea, Misión de la Organización de Estados Americanos, Misión de Unión de Naciones Suramericanas y la Misión de la Unión Interamericana de Organismos Electorales.
De acuerdo a la legislación nacional, no se pueden difundir encuestas y dejan un suspenso de una semana que para los teóricos de la medida, permitiría que el elector adopte sus decisiones sin intromisión alguna. Tal situación resulta inconveniente, considerando primero que las encuestadoras realizan este tipo de estudios y se pueden difundir en el extranjero como ha sucedido en esta oportunidad.
Las elecciones generales de este año, han tenido dos invitados torpes. Uno Ollanta Humala Tasso actual presidente de la República y su esposa Nadine Heredia quien funge de presidenta del Partido Nacionalista. Ambos han dado declaraciones instando a los peruanos a no votar por partidos, que según ellos pongan en riesgo los avances logrados en temas nacionales o pongan en riesgo la institucionalidad.
Evidentemente, el accionar de estos dos personajes, simplemente se puede considerar como torpe e impertinentes, considerando que de acuerdo a la Constitución el presidente de la República debe garantizar la imparcialidad de los resultados. Más aún, marca una diferencia entre lo que sucedió con Paniagua, Toledo y García, quienes se mantuvieron alejados de intromisiones innecesarias.
Es el cuarto proceso electoral continuo que se realiza en el país, después de la abrupta interrupción del año 1992 y tras la crisis del 2001 que llevó al gobierno de Valentín Paniagua. Se espera, que los partidos que participan en estas elecciones, privilegien el respeto irrestricto de la Constitución y fundamentalmente de la democracia y con estos principios rectores, cimentemos mucho más el desarrollo nacional.