ERP. El crecimiento del turismo en un territorio, tiene explicaciones diversas y en ella lo natural o lo culturalmente creado son la fuerza que impulsa su crecimiento. Piura, no tiene las cataratas de Iguazú; o tampoco un Maremágnum como en Barcelona o tampoco la majestuosidad del Guayas y de sus malecones construidos con buen criterio en Guayaquil; Piura, simplemente es Piura y tendrá de mucho o quizá poco, pero aspectos que la hacen diferente.
El gobierno regional de Piura, viene promoviendo un concurso que ha denominado las “8 maravillas de Piura” y sin duda, es una buena alternativa, aunque en las opciones unas tengan mucho más significancia actual que los llevará a ser escogidas por los votantes en red y otras presumiblemente no.
El turismo o “industria sin chimenea” genera nuevas oportunidades e ingresos para su población. Bastaría mirar solo lo que sucede en pequeña escala en el Ñuro (Los Órganos) para darnos cuenta que una iniciativa bien planteada, es un imán que poco a poco va llamando personas y familias del país y del extranjero para pasar un entretenimiento de fin de semana o de descanso; sin embargo, el Ñuro no se encuentra como una propuesta, pero eso no importa, sus tortugas verdes y su propuesta turística seguirán llamando gente con o sin concurso para ser calificada como una maravilla.
Turistas comparten con tortugas verdes en caleta El Ñuro de Los Órganos
Igual sucede con Máncora, centenas de peruanos, ecuatorianos y de otras nacionalidades llegan cada fin de semana a su playa; muchos nos preguntamos qué tiene este balneario para ser tan acogedor y tan promocional. Lo cierto que es el turismo de sol y playa el que concita demanda y sobre todo, en el fondo de las aguas de la playa se percibe que la temperatura es diferente a otros lugares, además de ello, es la sensación de naturaleza que se encuentra en él y la oferta turística que se dinamizó tras una intensa labor de promoción de sus ventajas comparativas y no justamente desde el aparato estatal.
Playa de Máncora, una de las más visitadas del norte peruano
La Región Piura, llama la atención por su extenso bosque seco que reverdece en cada lluvia, o por el panorama de su cordillera. Viajar hacia Huancabamba, Ayabaca, o la Meseta Andina, simplemente es encontrarnos con un mundo poco percibido y las emociones que se sienten son diversas generalmente al vivir urbano de la mayoría de los turistas. Sin embargo, sus ciudades no son Quito ni Cuenca, tampoco Cuzco o Arequipa, menos Medellín y lo que encontramos en estos lugares es una oferta turística elemental o casi inexistente, lo que lleva a pensar en una estrategia de desarrollo que acompañe a la belleza del territorio.
Cordillera en región Piura, camino a Huancabamba
Realizando un recorrido y buscando el criterio sorprendente en la provincia de Talara, creemos que es un acierto postular a Cabo Blanco, cuyas ventajas en relación a otras caletas es superior; en Lobitos si se busca algo excepcional se olvidaron de la cueva Las Capullanas que se ubica en la orilla de su mar y que es mucho más llamativa que la misma playa de Lobitos; aunque quienes conocemos todo el litoral siempre encontraremos desde Máncora hasta Sechura, elementos que nos llamarán la atención.
Vista Panorámica de Cabo Blanco en el distrito El Alto de Talara
Huancabamba, que es la provincia más turística de Piura y lo hemos destacado en diversos informes, tiene en su complejo de Lagunas el atractivo esotérico que los creyentes en lo metafísico buscan. Han pasado lustros y lustros y no existe cambio de ninguna naturaleza que llame a visitar el lugar y menos un nivel organizacional que dé al visitante lo que busca. Se ha considerado la Laguna Negra como una propuesta de Maravilla; sin embargo, la del Shimbe, del Rey o las Arrebiatas no se encuentran presentes.
Huancabamba, en su cordillera se ubican las lagunas el Shimbe y Negra, entre otras
Sin embargo, las propuestas presentadas tienen ese algo diferenciador que concita la atención de los propios y de los extraños y a ella se suma, lo que se viene haciendo para relievar estos recursos como los Peroles de Mishahuaca que es interesante, como igual lo puede ser las cataratas de Santa Ana y los Peroles de Cascapampa.
En Ayabaca, no es el Santuario del señor Cautivo de Ayabaca la maravilla que llama año a año a miles de creyentes en el catolicismo. Es toda la manifestación cultural la que convoca, motiva, promueve y crea el interés de visitar la provincia de Ayabaca. Esta ciudad, además de estas expresiones culturales, tiene en su paisaje el elemento complementario para sentirse fortalecido y nuevo cuando se visita la capital provincial.
Cauce del río Quiroz en camino a Suyo
En el caso de Sullana se nota el poco interés que se tiene por exhibirse en el contexto regional y nacional, respecto a sus calidades turísticas. La represa de Poechos si es majestuosa y merece ser valorada adecuadamente; su fin no es turístico y es una obra de ingeniería que da origen por percolación o aguas subterráneas a la formación de La Laguna de Los Patos que se ubica en Querecotillo. También se anotó para votación a San Miguel de Tangarará, un caserío abandonado, lleno de contenido histórico pero carente de una auténtica labor promocional para resaltarlo. Es quizá el Coto de Caza el Angolo, el elemento más representativo de las propuestas de maravillas postuladas en este concurso.
Es Piura la más elemental en su propuesta y demuestra la baja creatividad de sus autoridades. Piura, como tal tiene en la estatua de la Libertad su ícono más notable, la cual se ubica en la Plaza de Armas y da contexto conjuntamente con la Catedral de Piura; mirando un poco más allá, tiene en Catacaos un símbolo turístico donde se mezcla religiosidad, gastronomía, filigrana y artesanía, pero sin mirarse fuera de contexto. Si alguien llega a Piura, es de antes y ahora el lugar preferido.
Iglesia de Catacaos- Piura
Estatua de la Libertad- Piura
Paita, ha presentado 4 propuestas para participar en el concurso y su enfoque tiene la misma debilidad de Piura. El puerto de Paita, es el principal puerto de embarque y desembarque marítimo; sin embargo, en el contexto histórico permitió la oleada de inmigración europea a Perú. Muchos elementos aún se conservan para integrarlos en una propuesta de rescate cultural y turístico, por ejemplo, el muelle, los monumentos históricos de la ciudad y los miradores naturales desde donde se puede observar el puerto, sobre todo en el ocaso.
Puerto de Paita-Antiguo local de Aduana al fondo
De igual manera, ajena a esta postulación se encuentra la Festividad de la Virgen de Las Mercedes que concita a miles de miles de fieles todos los años; su iglesia no se parece en absoluto a la de Cuenca y menos tiene la arquitectura de la Sagrada Familia de Barcelona o las que puedan existir en el Vaticano; más es un lugar de veneración y de constante visita a este lugar.
Pero no todo está obviado en Paita, se ubica la Isla Foca, cuyas características naturales dan una hermosa sensación para quienes desean hacer turismo regional y este lugar simplemente es paradisiaco. Es diferente La playa de Colán que simplemente comparándola con Cabo Blanco no puede competir. Más allá de la importancia histórica de la Iglesia San Lucas de Colán, no puede ser considerada una maravilla como tal e igual, si se mira la casa de Manuelita Sáenz fuera de contexto, pierde el valor que tiene.
Isla Foca en Paita
Sechura muestra algunas particularidades que pueden llevar a obtener una buena votación e incluso incrementar el turismo; se trata de Los Manglares de San Pedro; no tienen la connotación de Puerto Pizarro y tampoco la belleza de Jambelí en el Ecuador, pero es lo que es y actualmente tiene frecuencia y es valorada como un lugar diferente que se puede encontrar en la región Piura; igual valor sin ser excepcionales se puede encontrar al estuario de Virrilá, la zona reservada de Illescas y por su valor histórico la Iglesia San Martín de Tours de Sechura.
Iglesia San Martín de Tours en Sechura
Si hablamos de sitios naturales, y considerando que están algunos que no deberían estar y se han obviado otros que deberían considerarse, la propuesta de maravilla de Bosque Piedra de Toro es una buena iniciativa y conocerla es casi una obligación para los turistas internos y externos; en tanto, la Encantada es un buen lugar para conocer las expresiones culturales presentes de un pueblo que se inspira en la cultura Vicús.
Artesanía de La Encantada en Chulucanas- Tierra de artesanos y ceramistas
Leyendo las propuestas de maravillas lanzadas para votación, compartiendo claramente que Cabo Blanco, Bosques de Piedra de Toro, Laguna Negra, La Isla Foca, los manglares de San Pedro, y otros, tienen un alto atractivo turístico, vemos que falta conocer el territorio regional, identificar con mayor prolijidad los sitios naturales que son más llamativos y las creaciones culturales que llaman al turista a conocer la región Piura.
Unos son tangibles y muchos con un valor intangible, pero de alto contenido cultural, como la Semana Santa en Catacaos, la festividad de Las Mercedes en Paita, el señor Cautivo de Ayabaca o Virgen del Carmen en Huancabamba, que son íconos culturales de los piuranos y obviamente mirado en su contexto total grandes potencialidades turísticas.
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En los sitios naturales, hay muchos que han sido obviados y que ojalá la iniciativa válida a mantenerse en la inacción, dé creatividad a las autoridades locales y también regionales, para ubicar e identificar lo realmente connotativo y que ofertadas al turista nacional y extranjero, gocen de la aceptación en general; una de ellas es el curanderismo de Huancabamba, las playas de Máncora, las festividades religiosas que deben ir más allá de las fechas centrales y sobre todo el valor histórico de la herencia hispana, colonial, y latifundista que quedan aún latentes esperando su oportunidad.
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En tanto, tienen la oportunidad para votar por las opciones que tienen; pueden hacerlo de acuerdo a su experiencia y su conocimiento del territorio regional y visibilizar de esa manera las riquezas naturales y culturales que tiene nuestra región Piura.
