ERP. César Acuña Peralta, tiene el mérito de haberle quitado la hegemonía al APRA en el departamento de La Libertad y además, de haber logrado triunfos sustantivos en elecciones regionales y locales. Es fundador del partido denominado Alianza para el Progreso, el cual cuenta en sus filas a parlamentarios, presidentes regionales y alcaldes. Acuña, quiere ser presidente de la República.
Luis Castañeda Lossio, es alcalde de Lima y en dos oportunidades quiso ser presidente. Es fundador del también denominado partido Solidaridad Nacional, el cual goza de reconocimiento en la capital peruana y tiene dos fracasos en lides generales. Esta semana se definirá si sigue la ruta de César Acuña, es decir renunciar para postular nuevamente a la presidencia que ya le fue esquiva.
El Perú no ha logrado estabilizarse en su democracia. No existen intentos serios por crear las bases políticas para mejorar la calidad del Estado peruano. Luis Castañeda y César Acuña, son fundadores de organizaciones con escasos militantes y lleno de independientes, sin ningún compromiso y sin ninguna práctica partidaria.
Son “vientres” donde confluyen personajes con ambiciones de lograr cargos públicos. Acuña en sus declaraciones, expresó que la ideología de su partido es “El Perú”. Su respuesta podría ser metafórica pero la pregunta no iba en ese sentido; lo que pasa que Acuña Peralta en alguna oportunidad ha expresado que “no lee ni le gusta escribir”; sin embargo, académicamente es ingeniero y hasta tiene un doctorado en España.
Luis Castañeda Lossio, es bastante conocido por su efectividad como funcionario público. Gestionó bien el IPSS ahora Essalud, y después como alcalde de Lima logró resultados favorables que lo posicionaron para la presidencia de la República. No tuvo éxito en su postulación. En el 2014 postuló una vez más al campo municipal y su triunfo fue rotundo. Actualmente dice que analiza renunciar al cargo y lanzarse a la presidencia de la República.
Ambos personajes, dijeron en su postulación regional y municipal, que no renunciarían en caso de ganar las elecciones. Uno de ellos dijo, ganó y ahora renunció. Más, decir una cosa y hacer otra en la política peruana, no es un asunto nuevo. Los candidatos pueden decir mentiras y falsedades e igual serán elegidos si la población lo decide así. La verdad, no es un valor que se mensure mucho.
Las elecciones generales serán el 2016 y existe el tiempo suficiente para hacer una campaña. Acuña ha demostrado muchas capacidades para posicionar a su organización política, con toda la precariedad ideológica y doctrinaria que pueda tener; Luis Castañeda ha sabido hacerse de un nombre por su eficacia en el campo municipal; en tanto, su organización no es diferente a la de Acuña.
Ellos, posiblemente se sumen a la extensa lista de candidatos a la presidencia de la República que nos deparará el próximo año. Sumados Castañeda y Acuña, muchos esperarán hacerse de los votos indecisos y con ese porcentaje disputar una probable segunda vuelta electoral en el 2016.
Esta festividad electoral recién comienza y ya nos avizora muchas novedades.