ERP/Nelson Peñaherrera Castillo. En algún lugar de la costa del departamento del Chocó (Colombia) cuentan que la luna lunera estaba deseosa de tener un hijo. Un cometa pasó cerca y ambos se enamoraron. Lo que engendraron solo la gente lo sabe; la gente del pueblo mismo, es decir, y lo cuenta, lo canta y lo baila. Así son “los cuentos cantados, cantos contados o canticuentos”, como los interpreta David Cabezas.